Para la última etapa formal de crecimiento de la ciudad, resultaría absurdo hablar de un "trazado". Pues, lo que se genera es básicamente una colonización dispersa espontánea sobre el territorio, determinada por un acontecimiento histórico puntual de dos partes: la creciente desocupación poblacional de los núcleos por parte de los romanos, y la avería total del acueducto. Ello produjo la migración poblacional hacia el río sur. El territorio resultaba grande para tan poca población, dedicada en ese entonces a nada más que a la agricultura. Por lo cual, parece bastante lógica, esta arbitraria dispersión del emplazamiento. La anarquía geométrica de esta última etapa queda consolidada con el levantamiento del muro central, que divide lo disperso, de lo compacto. Posterior a la ocupación arábica, la ciudad no crece más, pero sí sufre transformaciones importantes a escala arquitectónica, debido al desmantelamiento de Ismail en el XVIII, y el terremoto de 1755. |
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