miércoles, 24 de junio de 2015

Vistas Finales.







Secciones.
Sección longitudinal de la Domus. De izquierda a derecha: Termas, Almacén, Tablinio, Peristilo, Cubículo, y Tabernae. 

Sección transversal de la Domus. De izquierda a derecha: Vestíbulo, Peristilo, y Triclinium.

Hipótesis de Alturas de la Domus
Esquema de Alturas para el espacio Peristilo. Dibujo del autor.
Poco conocimiento de las alturas de la casa nos dejan los deteriorados restos arqueológicos. Tan sólo un pilar del Peristilo, más un pedazo del muro de arcos de las Tabernaes, serán todo el material a partir del cual comienzan las hipótesis de las alturas.  
Para esta gran incógnita se recurre a Vitruvio, quién cuenta en su Libro VI "De Arquitectura" con algunas relaciones proporcionales superficie-altura, de los recintos principales de la domus romana convencional. 
Vitruvio dice por ejemplo, que "los pilares serán tan altos como la anchura de los pórticos". Así, teniendo como anchura promedio de los pórticos del Peristilo unos 3 metros, sabremos que, precisamente, estos pilares miden 3 metros, y que, sumado a los 50 cm de altura del Impluvium, más otros 50 cm de altura de viga superior para mantener cierta simetría, resultaría una altura de 4 metros para el Peristilo.

Casa del Atrio Corintio en Herculano, devela una viga superior de madera, de aparente coincidencia  de espesor con la base del Impluvium.
Además, Vitruvio nos entrega la altura de otros recintos importantes de la domus. "La altura del Tablino hasta el madero, será una octava parte más que su anchura, y el artesonado se elevará encima un tercio de la misma anchura". Por lo tanto, (8,15/8 + 8,15) = 9,16 metros de altura para el Tablinium, sin contar el artesonado que se supondrá de bóveda, dada la gran magnitud del recinto. 
Dice además Vitruvio que "la altura general de los salones y salas oblongas, se hará sumando la longitud y latitud, y dando a la altura la mitad de la suma". De lo cual se determina que para el Triclinium será de 6 metros, y para el Vestíbulo, de 7 metros. Sin embargo, para la lógica constructiva ambas alas de recintos al norte y al sur deberían de tener una misma altura. 
Se optará entonces por una altura de 7 metros para ambas alas de recintos, para asegurar así un espacio mural mayor, para lo posterior colocación de posibles ventanas.
Esquema de Alturas para recintos circundantes al Peristilo. Dibujo del autor.


Hipótesis de Cubiertas de la Domus
Alzado convencional de armadura de tejado, según descripción del Libro IV de Vitruvio.
Sección de la Basílica de Vitruvio en Fano, según descripción del Libro V.
Vitruvio una vez más será el referente para el desarrollo volumétrico de la domus, esta vez, respecto a la cubiertas.  Múltiples secciones de edificios públicos y basílicas presentados al final de su libro "De Arquitectura", develan una pista importantísima respecto a la inclinación de las cubiertas, y es que, aún sin conocer bien su pendiente, sabremos que todas tienen la misma inclinación. Y es bastante lógico el pensarlo de esta manera, no sólo por un juego simple de generar geometrías paralelistas en sección, sino que también para la misma lógica de su construcción, a la hora de encontrarse una o más cubiertas. 
Una sección de una cercha convencional según Vitruvio, devela una inclinación de 26°, y ésta parece una mensura coherente a las proporciones de los altísimos recintos de la domus, que requieren por supuesto, cubiertas de igual magnificencia y proporcionalidad. Grados menores a éste harían que las cubiertas se viesen "planas" respecto a la altura de los muros, y grados iguales o mayores a 30°, no permitirían cabida a ventanas sobre los tejados de recintos más bajos. 26° es una buena respuesta.
Esquema de Cubiertas sobre la zona de las Tabernas, que se inclinaría 26° a partir del muro de arcos aún en pie cuya altura conocida, daría como resultado la altura de las mismas Tabernas. Dibujo del autor.
Esquema General de Cubiertas en planta y en isométrica, develan un diseño simétrico de la volumetría de la domus, para su facilidad de armado, y coherencia en los encuentros de dichas cubiertas. Las caídas de las aguas se han decidido en función de un escape total de las aguas tanto hacia el exterior, como hacia el interior (Impluvium). Dibujo del autor.
Esquema Constructivo para la Cubierta del Tablinio. Dibujo del autor.
Esquema Constructivo para los Pórticos del Peristilo. Dibujo del autor.


Resultados del Modelo 3D.
Resultado Final de Cubiertas.

 


Perspectivas del resultado volumétrico final.

miércoles, 13 de mayo de 2015


Caso de estudio: Domus de Los Trabajos de Hércules.
Casa de Los Trabajos de Hercúles, en relación a otros hitos y puntos de interés dentro del trazado púnico-mauritano y romano.
Emplazada en la parte norponiente de la ciudad de Volúbilis, la célebre Domus de Los Trabajos de Hércules (llamada así por la presencia de múltiples representaciones en mosaico de escenas relativas a las aventuras del mayor héroe greco-romano) expresa una anomalía tipológica indiscutible.
Y es que si bien, con tan sólo observar la planta de la domus, es verdad que podemos catalogarla con toda facilidad como una domus particular unifamiliar, debido a la similitud con ciertas tipologías residenciales existentes en Pompeya y Herculano, esta domus en particular, presenta una serie de características espaciales y dimensionales que escapan con claridad de las domus romanas convencionales, presentes aún en la misma Volúbilis.
La primera extrañeza son sus accesos. La planta que han develado las excavaciones nos hablan de una domus cuyos accesos principales se han negado al Decumanus Maximus de la ciudad, para abrirse más bien por el Cardo. De hecho, la cara visible de la domus desde el Decumanus Maximus son las Tabernaes, las cuales no se encuentran conectadas con el resto de la casa por el interior. Por lo tanto, podremos concluir con toda facilidad, que estas tabernaes eran arrendadas por comerciantes ajenos a la familia, quienes en ningún momento tenían acceso a la vivienda, pero sí tendrían cierta autonomía sobre el manejo y acceso de estos recintos.
Los accesos a la vivienda como tal serían entonces, por el ala izquierdo de la casa. Y la jerarquización dimensional de estos recintos de acceso, nos permiten saber cuál de todos es el Vestíbulo.
La segunda gran extrañeza es la disposición programática general. Y es que debemos entender, que esta localización de la casa justo en el punto de quiebre del decumanus como generatriz de esta forma más "trapezoidal" que cuadrada de la casa, conlleva a una cierta fenomenalización de la vivienda. Y es sabido que para esta época del Imperio los planos residenciales de favorable posición económica ya no son uniformes, pues atienden a las necesidades, gustos y peculiaridades del terreno (ejemplos son la Casa del Fauno en Pompeya o la Casa del Atrio o Mosaico en Herculano). Y a esta domus le ha tocado modular su propia accesibilidad, comodidad y asoleamiento, con el legado urbano de la adaptación romana anteriormente mencionada.

Un análisis simple de la planta de la vivienda, demuestra que tan sólo existiría un espacio abierto al interior de la casa. Y pues, si no hay Atrium y Peristilum, este espacio debe tratarse de un Peristilum, que en la vivienda de clase acomodada, juega un papel fundamental en la vida familiar. Y he aquí la fenomenalización programática.  Si el Peristilum (que en este caso, contiene al Impluvium) se encuentra tan cercano a la fachada comercial de la casa, podemos concluir que la banda de recintos alojada entre los Tabernae y el Peristilum, serían efectivamente habitaciones familiares (lo cual descarta a las habitaciones del lado norte de la casa como de familiares, suponiéndolas de esclavos). 
Por último, el gran recinto central hermetizado se supondría Tablium, por estar, como es de costumbre, inmediatamente conectado al Peristilum. El sistema de desniveles y desconfiguración mural de la parte superior de la planta, lo vamos a considerar en su conjunto, como la zona de termas de la vivienda.  


Volúbilis: Evolución Urbana.
El primer núcleo en aparecer tiene su origen en el III a.C, y es de origen púnico. Esto, queda evidenciado por la naturaleza compacta del núcleo, formado por casas rectangulares, colocadas sobre ejes sutilmente sinuosos. Los ejes del trazado más relevantes son el este-oeste, y un irregular norte-sur, dibujado en consecuente paralelismo con el riachuelo oriental de la ciudad. Esta forma compacta y estratégicamente emplazada, muy típica de la cultura fenicia, no sufriría ningún cambio aparente en su ocupación por parte del Reino Mauritano.

La ocupación por parte los romanos, tampoco deforma la estructura urbana autóctona existente, sino que más bien evidencia, un generoso proceso de adaptación y adecuación sobre el trazado púnico (lo cual resulta extraño ante el conocido historial de colonización del Imperio). La ciudad romana hace crecer la ciudad púnica, a través de la utilización de los ejes preexistentes. La relación hipodámica clásica de la fundación romana se deforma en Volúbilis, y aparece un Decumanus Maximus orientado en diagonal al verdadero eje este-oeste, el cual además se quiebra en un punto para adecuarse al núcleo púnico. Desde este eje aparecerán todos los cardos perpendiculares (también falseados respecto al verdadero eje norte-sur), de no mayor importancia debido a la acotada magnitud del núcleo, por lo cual, podría decirse que tampoco existiría un Cardus Maximus evidente. Aparecen además, ejes menores sobre el lado nor-oriental del núcleo romano, que revelan un intento por mantener el paralelismo con el riachuelo, continuando así con el gesto púnico inicial. 
Para la última etapa formal de crecimiento de la ciudad, resultaría absurdo hablar de un "trazado". Pues, lo que se genera es básicamente una colonización dispersa espontánea sobre el territorio, determinada por un acontecimiento histórico puntual de dos partes: la creciente desocupación poblacional de los núcleos por parte de los romanos, y la avería total del acueducto. Ello produjo la migración poblacional hacia el río sur. El territorio resultaba grande para tan poca población, dedicada en ese entonces a nada más que a la agricultura. Por lo cual, parece bastante lógica, esta arbitraria dispersión del emplazamiento. La anarquía geométrica de esta última etapa queda consolidada con el levantamiento del muro central, que divide lo disperso, de lo compacto. Posterior a la ocupación arábica, la ciudad no crece más, pero sí sufre transformaciones importantes a escala arquitectónica, debido al desmantelamiento de Ismail en el XVIII, y el terremoto de 1755.